Instalar un termo eléctrico en nuestro hogar es una de las formas más seguras y prácticas de disponer de suministro de agua caliente. Para que funcione, basta con conectarlo a la red de agua sanitaria y a un enchufe. No necesitas nada más.
El problema es que como cualquier otro electrodoméstico, puede llegar a ocasionar un gasto importante de electricidad.
Si te estás preguntando si es posible ahorrar luz con un termo eléctrico o si existe alguna forma de reducir su consumo, estás en el lugar adecuado. En este artículo te daremos algunos consejos de ahorro energético para tu calentador eléctrico.
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#1 Elige una buena ubicación para el termo
En la mayoría de los casos, la gente ubica su termo eléctrico donde puede, que no es lo mismo que donde debe. Ignoran que eligiendo una buena ubicación podrían conseguir un importante ahorro económico.
En general, lo recomendable es que el termo no esté en el exterior de la casa, sino en su interior. La razón es simple: fuera hace más frío (o más calor), por lo que los cambios de temperatura serán mayores. En invierno, un termo ubicado dentro de la casa conservará más fácilmente su temperatura.
Por otra parte, también se recomienda que el termo esté instalado lo más cerca posible del cuarto de baño. A menor distancia, menos metros de tubería y, por tanto, menor pérdida de temperatura del agua en su proceso de transporte hasta el grifo.
En el momento de comprar un piso o una casa, será importante tener en cuenta este factor.
#2 Eficiencia y aislamiento
A la hora de comprar un termo eléctrico, debemos pensar que se trata de un electrodoméstico más de la casa. Por tanto, debemos elegir uno que sea eficiente desde un punto de vista energético.
En otras palabras, que sea de la clase A+++, A++, A+ o A, ya que esto nos permitirá ahorrar en el consumo eléctrico a medio y largo plazo. Descartaremos termos eléctricos de clase B o superior.
Por otra parte, el aislamiento también juega un papel fundamental para conservar el calor, evitar las pérdidas energéticas y, por tanto, ahorrar energía.
Cuanto mejor sea la calidad del aislante que cubre el depósito de acero del termo, durante más tiempo podrá mantener el agua caliente sin necesidad de que actúe la resistencia.
En este sentido, los termos con aislante de poliuretano expandido y, sobre todo, los de poliuretano de alta densidad, son los que presentan una mayor calidad y posibilitan un mayor ahorro.
#3 Mejor si es un calentador programable
Un termo programable te permitirá ajustar su temperatura, su potencia y los diferentes usos del mismo.
Además de ser mucho más práctico, podrás reducir la factura eléctrica si consigues adaptar el funcionamiento del termo a tus necesidades y patrones de consumo de agua.
Por ejemplo, si estás todo el día fuera de casa y te duchas después de la cena, puedes programar el termo para que esté apagado durante el día y se encienda solo unas horas antes de su uso.
Si tu termo no es programable puedes comprar un reloj programador para el enchufe. Es un aparato barato y muy sencillo de utilizar que te permitirá programar las horas de encendido y apagado del enchufe y, por tanto, también del termo.
Eso sí, cuando se trata de una familia de varios miembros (y alguno de ellos tiene el pelo largo), lo ideal suele ser renunciar a la programación y que el termo esté siempre encendido para que el agua se mantenga siempre caliente.
#4 Contrata una tarifa eléctrica con discriminación horaria
En la mayoría de los casos, una tarifa eléctrica con discriminación horaria te ayudará a reducir tu factura mensual de electricidad.
Si además tienes un termo eléctrico, puedes aprovechar el horario valle (por la noche y por la madrugada) para calentar el agua del depósito.
Por ejemplo, si sois varios en casa y soléis ducharos por la mañana, no tiene ningún sentido que al terminar el horario de ducha matinal dejéis que el termo comience a calentar el depósito de agua.
Pensando en ahorrar, sería más inteligente dejarlo apagado con el agua fría y programarlo para que la caliente durante la madrugada, cuando el precio del Kwh es menor.
#5 Usa perlizadores en los grifos
Este truco es muy sencillo y permite ahorrar bastante más de lo que la gente cree:
Un perlizador o aireador es ese pequeño dispositivo que se coloca en el orificio de salida de agua de los grifos.
Su función es la de mezclar agua con aire para provocar que las gotas de agua que salen del grifo tengan forma de perlas. El resultado es una reducción del caudal de hasta el 50%, sin llegar a perder volumen de agua.
En otras palabras, un perlizador consigue que un grifo que suministra entre 14 y 17 litros de agua por minuto (mucha más a la necesaria para darse una ducha) limite el caudal a la mitad, o incluso menos.
El resultado es que gastaremos menos agua (sin darnos cuenta), por lo que el depósito del temo nos durará más tiempo y no necesitaremos consumir tanta energía eléctrica para calentarlo.
#6 Se cuidadoso y ten buenos hábitos de consumo
Los consejos anteriores te permitirán ahorrar con tu calentador de agua eléctrico, pero por sí solo no serán suficientes. Si de verdad quieres ahorrar con el termo, debes ser muy cuidadoso y adoptar buenos hábitos de consumo.
Aquí tienes nuestras sugerencias:
Date una ducha en lugar de un baño
El primer consejo es de sentido común: para una higiene diaria es igual de eficaz la ducha que el baño y ahorrarás muchísima agua (un baño puede consumir alrededor de cuatro veces más de agua).
Evita usar el agua caliente para todo
A no ser que estés en mitad de una ola de frío siberiano, para un lavado rápido de manos o para fregar algunos platos, mejor con agua fría. Recuerda que son los pequeños gestos los que propician grandes ahorros.
Vigila que no tengas fugas de agua
Comprueba que no haya fugas de agua ni grifos con un goteo constante. Como si de un gasto hormiga se tratase, sin quererlo, y sin saberlo, podrías estar consumiendo el agua caliente del depósito de tu termo (y obligando a activar el radiador sin ser necesario).
Usa grifos monomandos
Si en tu casa tienes grifos de agua caliente y grifos de agua fría, por separado, mejor sustituirlos por un grifo único de mezcla, es decir, por un grifo monomando. Son más fáciles de regular la temperatura y, por consiguiente, te permitirán reducir la factura eléctrica.
Tanque de agua y resistencia eléctrica
Si pensamos en el ahorro a medio y largo plazo, una buena idea para alargar la vida de tu calentador eléctrico es elegir uno que disponga de un tanque esmaltado (soporta mejor la corrosión) y con una resistencia cerámica (soporta mejor la cal).
Usa la lavadora con agua fría
La lavadora es un monstruo devorador de agua. Si no quieres llevarte un buen susto con tu factura eléctrica será mejor que hagas lavados solo con agua fría (y en el horario valle de electricidad a ser posible, si cuentas con discriminación horaria).
Como acabas de comprobar, el ahorro energético con el termo eléctrico es posible. Desde Balio esperamos que estos consejos te sean muy útiles.