¿Quieres aprender cómo mejorar tus finanzas personales?
Puede que lleves un tiempo pensando en la manera de aumentar tus ingresos y gestionar mejor tus gastos pero no sepas cómo hacerlo o simplemente no te hayas atrevido todavía.
¿Estás decidido a cambiar tu relación con el dinero y mejorar tu calidad de vida?
¡Enhorabuena! Estás en el lugar adecuado ?. En este blog te explicamos los pasos más sencillos para aprender a gestionar tus finanzas personales y por fin tomar el control de tu dinero.
Contenidos
7 consejos para optimizar tus finanzas
1# Dedícale tiempo y pon interés
El primer paso para mejorar tus finanzas es prestar atención a tus ingresos y a tus gastos. Tratar tu economía con especial cuidado debería de ser una prioridad. Si estás acostumbrado a desentenderte de los movimientos de tu cuenta, no sabes lo que entra ni lo que sale, es muy probable que no consigas ahorrar nunca.
Si quieres construir patrimonio, esto no se hace de la noche a la mañana. Requiere de constancia, tiempo y atención.
La educación financiera es fundamental para saber gestionar tus finanzas. Pero en nuestro país, es la gran asignatura pendiente. Por eso es probable que nunca la hayas recibido. Pero si de verdad estás interesado y quieres aprender, ¡nunca es tarde y estás en el lugar correcto!
Esfuérzate en formarte financieramente para analizar las opciones de gestión e inversión más rentables que hagan crecer tu dinero. ¿No sabes cómo? En Balio te lo contamos en nuestro curso de finanzas personales.
Recuerda que cuanto más informado estés, mejores decisiones tomarás pues la información es poder.
2# Realiza un plan de gastos mensual
Una vez que te has decidido a prestar atención a tus movimientos bancarios, el siguiente paso es realizar un plan de gastos anotando todo lo que ingresas y todo lo que gastas.
Es el momento de frenar el gasto sin control. Comenzarás a mejorar tus finanzas cuando controles y midas cuánto ingresas y cuánto gastas.
¿Cómo puedes hacerlo? Podrías crear un Excel o coger alguna plantilla en Internet que se adapte a tus necesidades. Pero si prefieres hacerlo de manera tradicional, coge papel, bolígrafo y calculadora. ¡Pero no dejes nada sin anotar!
Datos básicos que tienes que anotar: el concepto del gasto, la cantidad y el día. Si también quisieras añadir tus ingresos, te recomendamos realizarlo en una columna paralela para después comparar a simple vista.
Si crees que lo de apuntar constantemente no va contigo, podrías intentar pagar todo con tarjeta y revisar las cuentas a final de mes.
El dinero es medible. Sobre algo que se puede medir, se puede actuar
3# Trata de reducir gastos innecesarios
Conocer tus gastos es el primer paso para comenzar a ahorrar. Si no los conoces, jamás vas a mejorar tus finanzas personales.
Vivimos sumergidos en una sociedad bombardeada por publicidad que nos incita a comprar impulsivamente cada día. Pero… ¿realmente necesitas comprarte eso que no paras de pensar en comprar?
No se trata de vivir en la miseria, pero a veces gastamos por puro consumismo y no nos damos cuenta de que las mejores cosas de la vida no cuestan dinero.
Piensa siempre antes de comprar si de verdad merece la pena pagar por ello o si lo necesitas en este momento.
Te recomendamos también que revises tus suscripciones mensuales y acabes con algunas de las que ni te acordabas que tenías: el gimnasio, las plataformas de streaming y demás registros de pago que son los fantasmas de nuestra cuenta corriente.
4# Elimina todas tus deudas
Endeudarse significa arriesgar tus futuros ingresos. ¿Lo habías pensado así?
Trata de evitar todo tipo de deudas y, si tienes alguna, acaba con ella. Tener deudas no solo reduce tus recursos disponibles para otros gastos, también que puede afectar negativamente a tu salud. Se podría generar cierto estrés y ansiedad por no cumplir con los pagos preestablecidos.
Aprovecha las pagas extra o los fondos de ahorro que tengas creados para saldarlas y olvidarte de ellas para siempre. ¡Comienza a respirar!
5# Ahorra con un objetivo
¿Tiene sentido ahorrar por ahorrar? Quieres acumular dinero pero… ¿para qué?
Si ahorras sin una meta te desanimarás pronto. El dinero tiene que ser un medio para alcanzar uno de tus objetivos, pero no el fin.
Es importante que tu meta sea alcanzable y a corto plazo. Por ejemplo, objetivos como comprarte una casa o cambiar tu coche podrían ser buenos motivos para ahorrar. Soñar con metas inalcanzables puede hacernos perder la motivación. Hay que tocar con los pies en el suelo.
6# Saca partido a tus ahorros
Haz que tus ahorros te generen algún rendimiento. No los dejes olvidados debajo del colchón.
Puedes invertir tus ahorros en ti: en educación y conocimiento. Ya sabes que el conocimiento es poder. ¡Nunca dejes de formarte!
O también puedes dedicar parte de tus ahorros en inversiones financieras o físicas.
¿Sabes lo que son?
- Inversiones financieras: Por ejemplo fondos de inversión o acciones de empresas.
- Inversiones físicas o tangibles: Por ejemplo, inmuebles u oro.
Si estás interesado en invertir, es muy importante que definas los recursos que estás dispuesto a destinar. Toda inversión tiene riesgos. Por eso debes de tener presente los riesgos que estás preparado para afrontar a la hora de definir los recursos a invertir.
Por otra parte, te recomendamos que definas tus propias metas a alcanzar con estas inversiones. Es muy importante tener un objetivo, siempre.
Si quieres aprender a invertir tu dinero te recomendamos este curso de Balio sobre fondos indexados.
7# Crea un fondo de emergencia
¿Qué harías si se te estropea la lavadora? ¿Y si de repente tu coche tiene un fallo mecánico grave? ¿Pedirías un préstamo para pagar estas emergencias a plazos y que aparentemente no tenga tanto peso en tu economía?
¡Hay otras opciones mejores!
Estar preparado para posibles imprevistos te ayudará a gestionar mejor tu economía. Crea un fondo de emergencia que cuente con estas dos características:
- Tiene que estar guardado en un sitio seguro donde no corra riesgos. Es decir, el fondo de emergencia no puede estar invertido en ningún fondo.
- Tienes que poder acceder a él en cualquier momento. (¡En el momento de la emergencia!).
Una opción muy buena es guardar tu fondo de emergencia en una cuenta corriente que te aporte algo de rentabilidad, es decir, que esté remunerada. Así este fondo irá creciendo poco a poco también.
Ten siempre en mente que el dinero debe trabajar para ti. No tú para él.
Tener conocimiento sobre finanzas es algo importante y pienso que es algo que todos los bancos deberian impartir obligatoriamente para que sus clientes esten mas enterados que como estan gestionando su dinero, como invertirlo y como ahorrar.